Las fases de la luna son las diferentes iluminaciones que presenta nuestro satélite en el curso de un mes.
La Luna Nueva o novilunio es cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol y por lo tanto no la vemos.
En el Cuarto Creciente, la Luna, la Tierra y el Sol forman un ángulo recto, por lo que se puede observar en el cielo la mitad de la Luna, en su período de crecimiento.
La Luna Llena o plenilunio ocurre cuando La Tierra se ubica entre el Sol y la Luna; ésta recibe los rayos del sol en su cara visible, por lo tanto, se ve completa.
Finalmente, en el Cuarto Menguante los tres cuerpos vuelven a formar ángulo recto, por lo que se puede observar en el cielo la otra mitad de la cara lunar.
Durante todo este recorrido la Luna parece que se bambolea. Este aparente bamboleo se conoce como libración.
¿Cómo y cuándo se ve la Luna?
La órbita de la tierra forma un ángulo de 5º con la órbita de la luna, de manera que cuando la luna se encuentra entre el sol y la tierra, uno de sus hemisferios, el que nosotros vemos, queda en la zona oscura, y por lo tanto, queda invisible a nuestra vista: a esto le llamamos luna nueva o novilunio.
Nombre Visible (*) ¿Cuándo se ve?
Luna nueva 0-2% No se ve, invisible
Creciente cóncava 3-34% Por la tarde y poco después de la puesta del sol
Cuarto creciente 35-65% Por la tarde y en la primera mitad de la noche
Creciente convexa 66-96% Por la tarde, gran parte de la noche
Luna Llena 97-100% Toda la noche
Menguante convexa 96-66% Gran parte de la noche, comienzo de la mañana
Cuarto menguante 65-35% Madrugada y de mañana
Menguante cóncava 34-3% Fin de la madrugada y de mañana
* La luna creciente está iluminada por la derecha en el hemisferio norte y por la izquierda en el hemisferio sur. La menguante, al revés.
A medida que la luna sigue su movimiento de traslación, va creciendo la superficie iluminada visible desde la Tierra, pasando por la forma de creciente cóncava, hasta que una semana más tarde llega a mostrarnos la mitad de su hemisferio iluminado; es el llamado cuarto creciente.
Después sigue creciendo y adquiere la forma de creciente convexa o gibosa. Una semana más tarde percibimos todo el hemisferio iluminado: es la llamada luna llena o plenilunio. Cuando esta luna llena pasa cerca del perigeo (el punto de su órbita más cercano a la Tierra), hay una superluna que parece se ve mayor y más brillante que otras veces.
A la semana siguiente, la superficie iluminada empieza a decrecer o menguar, pasando por la forma menguante convexa o gibosa, hasta llegar a tener la mitad iluminada pero, esta vez, del otro lado: es el cuarto menguante.
Sigue menguando, pasa por la forma de menguante cóncava y cada vez vemos menos trozo. Al final de la cuarta semana llega a su posición inicial y desaparece completamente de nuestra vista, para recomenzar un nuevo ciclo.
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